29/11/14

Atraemos lo que odiamos

Atraemos todo aquello que odiamos.

El humano es un ser lleno de contradicciones. Está el típico que se queja de que tal o cual lugar es un desastre y que no piensa ir más a ese lugar, tan solo para volver al día/semana/mes siguiente y volver a quejarse de ese lugar (discoteca, supermercado, negocio, trabajo, escuela, etc) una y otra vez.

Pero, algo que solemos pasar por alto es que cuando nos quejamos de algo, o incluso odiamos a algo o a alguien (Políticos, delincuentes, drogadictos, arañas, etc) no nos damos cuenta de que estamos enfocando nuestra energía en eso que tanto odiamos.
Piénselo. ¿Cuanto tiempo al día, y cuantos días al mes, empleamos en hablar o pensar mal de algo o alguien? El promedio de la gente enfoca su atención en el escándalo de turno de tal o cual político, en las noticias que muestran que hubo un robo violento en tal lado, y en que no hay trabajo. Al enfocar nuestros pensamientos en lo negativo, ésta se vuelve nuestra realidad.
Para citar un ejemplo. Supongamos que le tenemos un odio tremendo a las bandas de motoqueros (por citar un ejemplo de un grupo potencialmente molesto). Sobre todo en Estados Unidos existen multitud de bandas así que pueden ser muy violentos, además de hacer todo tipo de actividades ilícitas como la venta de drogas. Algunas de estas bandas tienen que golpear o incluso matar a alguien para ganarse el respeto de sus colegas y además una insignia. Entonces claro, como solemos generalizar terminamos pensando que todos los motoqueros (y por extensión cualquiera que ande en moto) son gente que todo el tiempo es violenta.
Entonces comienzan las protestas, ponemos mensajitos en facebook en contra de los motoqueros, hablamos con nuestros vecinos diciendo (o que nos dicen) "Antes este barrio era muy tranquilo, ahora no se puede vivir con estos delincuentes motorizados, cada día está peor la cosa"
Por cada acción y pensamiento (tanto bueno como malo) terminamos entrando más dentro de esa realidad. Incluso puede pasar que odiemos a los motoqueros (o a cualquier otro grupo) aunque nunca hayamos visto uno en nuestra vida, ni mucho menos haber tenido problema alguno, directa o indirectamente. Pero como nos "vendieron" una idea, por las dudas protestamos en contra de ellos.

Y para ilustrar este caso en particular mencionaré una experiencia propia. Cuando era adolescente (ya saliendo casi) se me implantó la idea de desagradarme profundamente los Judíos. Por eso de que los judíos son extremadamente cerrados, solo mantienen secretos y tratos entre ellos, son avaros y que si los echaron de todas partes "por algo será". Y que encima no podías estar en contra de un judío porque automáticamente pasabas a ser Nazi (Cosa que tampoco era, no simpatizaba con el nacionalsocialismo). Además de que los judíos se habían apoderado del mundo. Entonces empezaba a protestar contra ellos por creerse "El pueblo elegido de Dios" y más importante que cualquier otro.
Viéndolo en retrospectiva, no recuerdo ni cómo, cuando ni dónde saqué esas ideas. Pero las tenía. Y al tenerlas y poner energía al respecto tenía una posibilidad más alta (que el promedio) de conocer justamente a un judío que sea así. Pero por suerte conocí a una persona, judía, que era todo lo contrario; honesto, generoso, abierto. Una muy buena persona. Aún así seguía creyendo de que solo era la excepción, y pasé a pensar "algunos Judíos..."
Hasta que un día me di cuenta de la estupidez que estaba cometiendo; nunca en mi vida había presenciado ninguna de las cosas que creía sobre ellos. (Excepto UNA noticia de que una mujer judía llevó a la justicia a un taxista que le había gritado cosas antisemitas), y encima el único que conocí era todo lo contrario. Pero, por las dudas, decía y pensaba esas cosas. Eso era "hablar al gas" (El que sea Argentino entenderá esa frase)

Volviendo al tema de los motoqueros. Ahí estamos, odiándolos y protestando contra ellos, quizá incluso nos juntemos en grupos y marchemos por las calles exigiendo a la policía que los erradiquen. Llegado un punto empleamos tanta energía en ellos que empezaremos a ver "peligrosos motoqueros" por todas partes, y además con una alta probabilidad de que se vuelvan violentos contra nosotros (aunque ellos no sepan lo que nosotros pensamos e hicimos contra ellos). Pero siempre nos olvidamos que toda persona tiene multitud de personalidades y características. Nos damos a la idea de que los motoqueros (o bandas callejeras, o presos) son violentos TODO el tiempo, que se levantan de la cama dándoles un puñetazo al reloj. Se levanta a los gritos con música de heavy metal, va a la cocina y le da una patada a la heladera, desayuna una lata de cerveza (que la abre rompiéndola contra su frente) y que va a salir a la calle a robar y dañar cuanto puedan.
Entonces, al ver a uno, estamos a la defensiva, o incluso vamos al conflicto. Le hablamos de muy mala manera y, al estar en la frecuencia del odio, activaremos la misma frecuencia en el otro. Resultado; alta probabilidad de encontrarnos justamente lo que temíamos y odiábamos, porque esa es la realidad que nos forjamos en nuestra mente y que finalmente se traslada al plano físico.
Mientras tanto, puede que haya otra persona, que no tiene trato ni pensamiento alguno con ellos. Al ver a un motoquero tan solo verá a una persona sobre un vehículo motorizado de dos ruedas que se debe de estar desplazando hacía algún lado. Si por alguna razón tiene que tratar con alguno (incluso uno violento) verá a una persona común y corriente. Y el motoquero solo verá a otra persona que lo trata con cierto respeto, y el resultado es que se encontrará con un lado más amable, alejándose de su parte violenta.

En el plano físico las cosas tardan tiempo en manifestarse. Pero una vez que pusimos la energía en eso tardará tiempo en desaparecer (o incluso puede que no desaparezca nunca si no tratamos el tema, gracias a nuestra mente subconsciente y nuestro ego) Por ejemplo. Sabemos que las hamburguesas grasosas engordan. Pero si nos comemos una no pasaremos instantáneamente a ser gordos. Por el otro lado, un alcohólico con cirrosis no se curará automáticamente por dejar de beber. Son las acciones y pensamientos sistemáticos los que termian teniendo efecto en el plano físico. Un ejemplo sería de aquel quien siempre dice "La gente es malvada, no confíes en nadie que te pueden/van a traicionar" le puso tanta energía al respecto que un día, por alguna razón, decide confiar en alguien quien lo termina traicionando y luego dice "¡Yo sabía que éste me iba a traicionar!"

El problema es: ¿Cuanto tiempo al día y a la semana le dedicamos a pensar, decir y hacer cosas buenas y positivas? ¿Cuanto tiempo dedica en pensar que usted es una buena, hermosa y gran persona? ¿Cuantos pensamientos positivos de amor dedica a usted mismo? Es impresionante ver y escuchar la cantidad de gente que dice cosas negativas sobre si misma. "Soy un inútil" "No me sale nada bien" "¡Que idiota que soy!" "Soy pobre" "El sueldo no me alcanza para llegar a fin de mes" "Estoy muy cansado/a" "Siempre llego hecho polvo del trabajo" "En el trabajo me negrean" "Estoy harto de..." "Soy un imán para los idiotas" "¡Siempre me tiene que tocar a mi!" "Y yo justo soy el que..."
O la más peligrosa que alguna vez he escuchado:
"Mi felicidad no importa, lo que importa es que los demás estén bien"
Y ahora. ¿Cuantas veces al día piensa cosas como "¡Que bueno soy!" (como persona, o haciendo algo) "La verdad, soy hermoso/a" "Soy muy listo/inteligente/sabio" "Soy feliz" "Obtengo lo que quiero" "Me gusta lo que hago/mi trabajo" "Me quiero mucho" "Me amo y me mimo" "Soy lo mejor" ¿y en general algo bueno de ustedes mismos?
En la gran mayoría de los humanos, los pensamientos negativos sobrepasan por varias órdenes de magnitud a las positivas. Además que cuando decimos cosas como "¡Que idiota soy!" le ponemos MUCHA energía, de verdad creyendo y sintiéndolo. Pero si decimos "Soy alguien que obtiene lo que quiere" probablemente solo lo recitemos una o dos veces, y sin mucha convicción.

¿Saben lo que es la coprofilia? Es un fetiche de alguien que se excita sexualmente con las heces. Si, es algo asqueroso. Pero, como estamos fuera de esa realidad y probablemente no le dediquemos pensamiento alguno (ni consciente ni inconsciente) al asunto sería extremadamente difícil que alguna vez volvamos a escuchar del asunto, más raro aún encontrarnos con uno y mucho menos todavía tener un problema al respecto.

Lo mismo sucedería si no le dedicásemos pensamiento alguno, ni consciente ni inconscientemente, a todo aquello que no nos guste.

28/11/14

Las dos bolitas de papel que dieron un grán empujón a mi evolución.



Las dos bolitas de papel que dieron un grán empujón a mi evolución.

Actúalmente estoy yendo a la escuela haciendo un curso de formación profesional. Me está va bastante bien. La mayoría de los que van a clase son gente mayor. Sin embargo hay un grupo de 4 de los alumnos que son algo problemáticos. De los cuatro al menos 3 de ellos suelen llegar tarde casi diariamente (supuestamente porque los tres llegan en un coche, y dicen que les toma demasiado tiempo encontrar estacionamiento) a veces con retrasos de media hora. Sacan bastante mala nota y muchas veces están hablando en clase, mirando el celular (los profesores ya le han llamado la atención alguna vez por eso) y riéndose. Cosa que me parece molesta ciertamente, pero no les he prestado mayor atención. Hoy, dos meses después. Mientras estaba haciendo unas prácticas desde ese grupo me lanzaron dos bolitas de papel. Ciertamente es algo que me molestó mucho. Especialmente porque en el pasado he tenido problemas con abusones y bromistas. Sinceramente no me gustan las bromas (ni las "inocentes"). Estando así de molesto, me levanté y me dirigí hacia ellos (estando completamente seguro y sin posibilidad de duda de que fue alguno de esos cuatro). Sin embargo estaba consciente de que no debía ir al conflicto. Al llegar a la mesa ellos fingían (y bastante bien) que no pasaba nada y que no sabían porqué estaba ahí. Me acerqué. ¿Y que les iba a decir? Por supuesto de que no podía preguntar quien fue. Todos se iban a hacer los tontos cuando en realidad son todos culpables (Uno culpable por acción y los otros tres culpables por encubrimiento y complicidad). Podría decir de que no lo hagan más. Lo que obviamente tendría como respuesta un "¿que no hagamos qué?" y que luego se rían a mis espaldas. Lo que además traería cosas mucho más graves. Me quedé ahí, y no dije nada. Cualquier cosa que diga iba a empeorar el asunto, pero el hecho de ignorarlos también empeoraría el problema (eso lo sé de sobre manera). Curiosamente no escuché risas al alejarme.
Estaba muy molesto. No podía ser que otra vez tenga problemas de ese tipo después de tantos años. ¿Que había sucedido?
En el trayecto a casa (20 minutos) estuve meditando todo el tiempo sobre el asunto. Tenía en claro de que no podía odiarlos. Eso solo me haría entrar dentro de su realidad. Mucho menos tener miedo (que por supuesto el problema es que lo sigan haciendo y que la cosa vaya a peor). Cualquier acción al respecto me haría entrar más dentro de su realidad y se agravaría el problema. Por ejemplo el conflicto haría que se fijen más en mi. Quizá hablar con el tutor. ¿O incluso hablar con ellos? Toda acción haría que tenga que enfocar mi atención y energía en el problema. La situación ideal sería que ellos se alejen de mi vida. Que estén totalmente fuera de mi realidad.

Hay una ley de la metafísica que dice que nada es coincidencia, todo pasa por alguna razón. Otra dice que atraemos lo semejante, otra más dice que el otro es el espejo de uno. En buena medida he estado identificando cosas negativas en mi vida y las he estado evitando. Por ejemplo, ántes me quejaba de lo que hacen los políticos y los ladrones. En la Argentina me quejaba de las restricciones al dólar, cuando en realidad no tengo dólares. Creía que lo hacía porque si bien no me afectaba directamente, si me podría afectar en el futuro. O que si no protestaba y me quejaba ante eso entonces cuando hagan algo que me afecte directamente nadie iba a protestar por mi. Eso hacía que constantemente eche pestes sobre los políticos y las noticias. Lo único que conseguía era amargarme y juntar energía negativa. He eliminado de mi vida esas noticias y el quejarme. Y sinceramente hoy en día no tengo ni idea de como va la política ni qué ocurre. Lo he sacado de mi realidad.

Pero de nuevo un problema del pasado me afecta. Sumado al temor de mis antiguas experiencias negativas al respecto. En vez de preocuparme y tener miedo decidí afrontar el problema y ver porqué esto ocurría. Y gracias a esto es que descubrí unas importantes y valiosas lecciones. Allí van.

Éstos jóvenes por separado no son problemáticos. De hecho alguna vez he ayudado con algo a alguno de ellos. Pero es cuando se juntan que empiezan las molestias, las risas y las charlas. No sabía quién de los cuatro lanzó las dos bolitas de papel, pero como dije antes los cuatro son culpables. Entonces los cuatro fueron responsables. ¿Pero lo eran realmente? Es aquí cuando caí en la cuenta de que en realidad no es que alguno de ellos tuviese un problema alguno conmigo. Sino el conjunto en si.
Todo es energía. Y, por observación descubrí que cuando dos o más personas se juntan (grupo) se forma un tipo de energía que es común a todos ellos. Es por esa energía que el grupo se mantiene unido, porque de otra manera no habría motivo alguno para que el grupo exista. Y tiene que haber algo en común entre todas esas personas para que esa energía actúe. Y esto solo se puede entender conociendo de que cada individuo tiene diferentes gustos, miedos, alegrías, pasatiempos, amores, pasiones, desgracias, miedos (no es una errata que esté dos veces, de lo contrario tendría que hacer más grande el círculo y no soy bueno dibujando), experiencias, etc. etc. La lista es gigantesca (asumiendo de que sea finita). Solo pondré algunas para ilustrar:






Ahora bien, en todo lo que hacemos se "activa" algunas áreas de nuestra mente. ¿Miramos a ambos lados antes de cruzar la calle? En algunos se les activará el área responsable de la supervivencia (precaución) a otros se les activará el miedo (de que lo atropelle un coche), otro quizá mire porque le gusta ver los coches de frente, etc.
Supongamos que dos personas, más o menos conocidas (quizá vecinos) se encuentren en la calle y se pongan a hablar del tema de la inseguridad. La persona A le cuenta a la persona B sobre que "el otro día ahí cerca robaron a alguien y la lastimaron". La persona A no ha sufrido nunca un robo, pero tiene algún conocido que si le ha sucedido y de verdad le gustaría salir a pegarle un tiro en la cabeza a todos los delincuentes. La persona B es más tranquila. Ha sufrido un robo violento y tiene miedo de que le vuelva a ocurrir alguna vez, idea que le aterra. Pero escucha atentamente lo que la persona A le dice y opina al respecto. Ambos entran dentro de una misma realidad. Ambos comparten el miedo (en este caso la persona B tiene más miedo que la A) y la desgracia:
Por supuesto que cada persona es única, y cada persona le dará una importancia distinta a los miedos, o los odios, por ejemplo. Esto es solo a modo ilustrativo.
En los casos de gente que tenemos mucha afinidad se activarán varias de esas facetas nuestras al estar con esa otra persona. Un caso sería el de "los mejores amigos"
Los colores rojo y amarillo representan diferentes tipos de importancia o de intensidad con respecto a las emociones. Por ejemplo, rojo que le da MUCHA importancia a eso, mientras que el amarillo es menos intenso. Ambos amigos pueden ser hinchas fanáticos de tal club de fútbol o de tal grupo de música o estilo musical (representado con un rojo). Pero mientras que al amigo A le gusta los videojuegos en general (amarillo) al amigo B le apasiona a tal punto que colecciona juegos de todo tipo de consolas. Los puntos negros representarían cosas que no le gustan del otro. En este caso son pocas y fácilmente se pueden ignorar (Al amigo A le gustan las chicas adolescentes a pesar de tener 30 años, mientras que al amigo B puede considerar de que eso está mal, pero, como le cae tan bien simplemente ignora el asunto sin mucho esfuerzo).
La afinidad también ocurre a nivel contrario. Ambos pueden tener un punto rojo en odiar a tal o cual grupo (A riesgo serio de caer en un topicazo podríamos decir que ambos amigos simpatizan con el Nazismo y odian a los judíos) o que a ambos les hayan "metido los cuernos".

Ahora. ¿Que tiene que ver esto con el grupo? Como dije antes, todo grupo se mantiene gracias a una energía, y esa energía actúa cuando hay algo en común con sus individuos. Energía la cual, me atrevería a decir, siempre es superior a la suma de las partes.
Un ejemplo es justamente de las bandas; casi nunca van solos. Siempre van en grupo o tienen al grupo cerca (o acudirán a él cuando sucede algo). En general siempre dicen que si uno se mete con uno de ellos se está metiendo con todo el grupo. ¿Pero porqué? Justamente porque todos sus miembros están aportando energía al grupo al compartir esas cosas que lo mantienen unido. A pesar de que a uno le apasione la repostería, y el jugo de naranja, el otro no sepa cocinar y solo beba vino, y el tercero deteste la fruta y piense que el vino es para las mujeres.

Ahí caí en la cuenta; en un grupo, los individuos dejan de ser individuos para pasar a ser el grupo. El grupo tiene una mentalidad por su cuenta y saca una parte especifica de cada uno (que puede ser tanto lo mejor como lo peor). Un grupo que proteste contra la inseguridad tendrá como común denominador el miedo, la barra brava de un club de fútbol tendrá como denominador común el hacer daño. Tanto físico (tirar piedras, botellazos y cosas a la hinchada contrincante) como verbal "¡Lo´ vamo´ a reventar!" o simplemente mediante la humillación. ("¡Lo tenemo´ de hijo!" "¡Siempre les ganamos, pecho fríos!"). A pesar de que muchos de sus individuos, al no estar influenciados con la energía del grupo, después sean padres amorosos o incluso hagan obras de beneficencia (por ejemplo voluntariado).

Por eso es tan cierta la frase de "El individuo es listo pero la masa es idiota"

El grupo es energía. Y eso fue lo que en realidad lanzó las dos bolas de papel hacía mi. Ellos, ahora, probablemente estén en sus casas, haciendo lo que les gusta, o sufriendo las desgracias en su vida. No tengo idea y no me importa realmente.

Pero la pregunta permanecía. ¿Por qué otra vez tengo este problema? Tengo en claro la ley de la atracción. Pero ¿Por qué atraje a estos sujetos?
Para responder esa pregunta tenía que preguntarme. ¿Que me molestaba de ellos? En metafísica cuando a uno le molesta algo en realidad es que se está viendo reflejado en la otra persona. Por ejemplo, durante un tiempo era de los que decía que había que meterle unos cuantos balazos a los que roban. Una vez me robaron. Pero me daba bronca que roben, los odiaba. No era consciente de que yo también robaba. (Me quedaba con cosas del trabajo). Yo era un ladrón. Y por eso me veía reflejado en ellos, cosa que no me gustaba. Era un contrasentido. Como aquel que le da bronca ver a un mendigo pidiendo monedas en la calle y dice "¡dejá de mendigar y andá a trabajar, vago!" y al llegar a la casa busca la manera de obtener un subsidio del estado que no necesita para su empresa.

Como mencioné, me molestaba que se rían y hablen en clase. ¿Pero porqué me molestaba que rían? No fue hasta esta noche que caí en la cuenta de que había que ver más allá del problema. La raíz del asunto era la siguiente: Que no estaban haciendo lo que se suponía que tenían que hacer (que era prestar atención). Y... Ops. Ahí encontré mi reflejo. Porque muchas veces yo mismo no hago lo que debo hacer, que entre varias cosas una es transmitir mi conocimiento. Es algo que siento y sé que debo hacerlo, pero en general, me distraigo y termino haciendo otra cosa. Y fue ahí cuando me di cuenta que he terminado atrayendo que me ocurra eso. En cierta forma mi energía de "dejadéz" terminó entrando dentro de la energía de ese grupo. Haciendo posible que sea "blanco" de esas dos bolitas de papel. Podría visualizarse la energía del grupo (Y en menor medida del individuo) como un círculo que va extendiendo "lenguas" de energía por todas partes constantemente en una frecuencia determinada. Y al final, una parte de mi energía (que también va extendiendo "lenguas") entró déntro de la frecuencia de ellos. Entrando sin querer dentro de su realidad.
Todo esto me hizo caer en la cuenta de que los problemas pueden aprovecharse en beneficio propio si tenemos la actitud adecuada y la mente abierta, si no caemos dentro del ego (el resultado de las experiencias pasadas + la consciencia social). Eso me hizo darme mucha cuenta de que estoy desperdiciando muchas posibilidades y tiempo en distracciones, y he decidido atacar el problema de raíz. Haciendo lo que siento que debo hacer. Y empezando justamente por transmitir esta enseñanza, junto a otras más que vendrán en el futuro. (Que, dicho sea de paso, no es nada nuevo, hay muchos entendidos en la materia ahí afuera y maestros que enseñan psicología espiritual y metafísica. Lo mío es tan solo otra manera de verlo basado en mi propio entendimiento)

Y todo esto gracias (y lo digo de verdad) a dos bolitas de papel...

El concepto con los grupos que aprendí es tan importante que hasta me ha abierto la posibilidad de hacer un avance en mi búsqueda de llegar a contactar con verdaderos dragones. Pero eso es otra historia.