4/12/14

Las dos bolitas de papel, segunda parte.




Continuando con el texto anterior, he de mencionar que el fin de semana no lo pasé muy bien. A pesar de conocer lo que ya había escrito, constantemente pensaba en cosas negativas sobre lo que había sucedido. ¿Debería de haberme levantado e increparlo? ¿Volverían a hacerme pasar mal en la escuela después de tanto tiempo? ¿La cosa irá a peor? Todos esos eran mis temores.
Eduardo Yoel mencionaba que el ego es la suma de las experiencias anteriores, más la sociedad (inconsciente colectivo) y los registros akashicos. En este caso me estaba enfocando en mis experiencias pasadas. Pero el miedo viene de asumir que puede ocurrir una situación negativa y que no podremos controlar. He estado "decretando" de que ellos cuatro se alejarían de mi vida.
Llegó el martes (el lunes no hubo clase) y me encontré que dos de ellos no vinieron. Curiosamente siempre vienen. Aún quedaban otros dos. Ese mismo martes descubrí puntualmente quien había sido. Lo encontré tirándole bolitas de papel a uno (llamémosle Fulano) varias veces hasta que Fulano se iba cansando. Le dijo que parara y éste se hacía el tonto diciendo "yo no soy" y amenazando.

¿Como evitar caer de nuevo en el pasado? Teniendo presente lo que había escrito y evitando tanto el pasado como el inconsciente colectivo decidí hacer todo lo contrario de lo que usualmente hubiera hecho y le ofrecí mi ayuda con algunos temas (por ejemplo, un cuadro, vi que tenía mal una cosa del esquema).
Pensé que este chabón probablemente esté acostumbrado a la violencia. Y no me refiero solo a la violencia física. Quizás también tenga algunos problemas con los padres, o cosas típicas de adolescente tardío (tiene más de 18 años). Quizá frustración. Sabiendo de que toda persona tiene diferentes personalidades dependiendo de lo que la otra persona le "active" en él preferí tratarlo con respeto. La cosa fue bien.
Desde hace dos días "Fulano" no viene. En realidad me importa poco el porqué. Pero era uno de esos 4. Hoy en particular me lo encuentro a éste chabón tirándole bolitas de papel a otro de sus "amigos", pongámosle "Mengano", que era uno de los que todos los días venía con él y otro más en un coche. Pero desde hace dos días dejó de venir con él, asumo que fue porque siempre llegaban tarde al perder tanto tiempo buscando un lugar donde estacionar.
En ambos casos éste chabón estaba detrás mío (el martes justo detrás, hoy detrás pero una fila más a la izquierda). Mengano se empezó a molestar, al punto de enojarse bastante. Le dijo que parara, y éste amenazando con que él no era (haciéndose el tonto) y que "se iba a levantar y dárle una hostia" (a Mengano). Curiosamente Mengano anteriormente le reía los chistes. Aún pensando en que podría llegar a hacerme eso algún día pensé en asegurarme de que sepa que estaba consciente de que tiraba bolitas de papel. Pero tenía que evitar ir a la confrontación. Entonces se me ocurrió mirarlo y decirle:
- Erm... ¿Como se llamaba éste... El que le tirabas bolitas de papel el martes?
Sin atisbo de duda o de titubeo me responde:
- Mengano.
- No, no, el martes...
- Ahh, Fulano.
- ¿Que le pasó que hace dos días que no viene?
- Que lo operaron. No sé de qué...

Algo que había logrado hacer fue sacar el tema, pero ni él ni su ego se sintieron atacados por eso. De ahí que no hizo intento alguno de negarlo ni nada por el estilo. Muy distinto hubiese sido la cosa si le hubiese dicho algo tipo "¿Porqué tirás bolitas de papel?" En ese caso su ego si se hubiese sentido atacado y estaría en modo de confrontación. Yo no quería eso, quería encontrar su lado más amable. A partir de ahí empezamos a hablar y descubrí que era una persona con sus propios sueños y deseos. Con ciertas habilidades (trabajó de electricista) y conocimientos. También es alguien que se le da bien las matemáticas. Todo el tiempo me estuve enfocando en ver un ser humano y respetarlo. En vez de hacer lo que hubiese hecho en el pasado; "Ver a un pendejo hinchapelotas" Porque si uno intenta ver eso, eso es justamente lo que se encontrará.
Sospecho muy fuertemente de que inconscientemente la gente siente esas cosas, aunque no lo sepan. Pero eso puede ser la diferencia entre que te caiga bien alguien o que te caiga pésimo. Anteriormente veía en ellos a unos que perdían el tiempo y eran muy molestos. Y justamente eso era lo que me encontraba.
Sé que no me va a volver a molestar, su inconsciente detecta que lo respeto. Así lo sé, lo siento y lo decreto. Pero continuaré ayudándolo si me pide ayuda.
Ahora comprendo mucho mejor el cómo lidiar con gente. Y eso incluye el no hablar ni pensar negativamente sobre los otros.
Eso si, el chabón siguió molestando a Mengano, tirándole bolas de papel, al punto de que se enojó de verdad. Se dio vuelta y le dijo "¿Porqué no me lo tirás de frente?" Éste le volvió a responder algo así como "a ver, decimelo ahí afuera" continuando haciéndose el tonto. Eso me hizo preguntarme "A ver, mengano ¿alguna vez se hará el tonto con otras cosas en su vida?" Mengano actuó en forma hostil y eso fue lo que activó en el otro.
También me hizo pensar que Mengano, al actuar de forma hostil, le faltó el respeto (que por cierto, es una palabra que no me gustaba mucho, pero que le estoy encontrando un nuevo significado) a éste. Es un concepto muy curioso ya que la mente humana regular diría "Tiene todo el derecho de responderle así". Quizás... Pero, como pude comprender. Eso solo generará más hostilidad. Y tampoco sirve responder desde la sumisión, porque en ese caso sería como faltarse el respeto a uno mismo. Y eso lo detecta inconscientemente el "agresor". Sería como un... "Si no te respetas a ti mismo entonces ¿porqué voy a respetarte?"
Por supuesto que no dije nada al respecto, no me metí, pero no por temor ni por el "no te metas". Muchas veces nos metemos porque lo que vemos nos duele. Y cuando algo nos duele es porque es algo que nosotros mismos no hemos podido resolver. Además hubiera sido bastante tonto hacerlo, primero porque chocaría con su ego, pero segundo porque estaría tratando de imponer mi voluntad sobre él, al decirle que actúe como yo quiero que actúe.
Efectivamente, ésta experiencia me hizo evolucionar. Todo por dos bolitas de papel. Aunque no sabría decir si he aprendido por Karma (porque después de todo fue una experiencia nada agradable) o por Dharma (Porque objetivamente fueron dos bolitas de papel y el resto fue aprendizaje por observación y sabiduría).
De todas maneras quería compartir ésta experiencia. Quizá a otro le sirva también.