28/11/14

Las dos bolitas de papel que dieron un grán empujón a mi evolución.



Las dos bolitas de papel que dieron un grán empujón a mi evolución.

Actúalmente estoy yendo a la escuela haciendo un curso de formación profesional. Me está va bastante bien. La mayoría de los que van a clase son gente mayor. Sin embargo hay un grupo de 4 de los alumnos que son algo problemáticos. De los cuatro al menos 3 de ellos suelen llegar tarde casi diariamente (supuestamente porque los tres llegan en un coche, y dicen que les toma demasiado tiempo encontrar estacionamiento) a veces con retrasos de media hora. Sacan bastante mala nota y muchas veces están hablando en clase, mirando el celular (los profesores ya le han llamado la atención alguna vez por eso) y riéndose. Cosa que me parece molesta ciertamente, pero no les he prestado mayor atención. Hoy, dos meses después. Mientras estaba haciendo unas prácticas desde ese grupo me lanzaron dos bolitas de papel. Ciertamente es algo que me molestó mucho. Especialmente porque en el pasado he tenido problemas con abusones y bromistas. Sinceramente no me gustan las bromas (ni las "inocentes"). Estando así de molesto, me levanté y me dirigí hacia ellos (estando completamente seguro y sin posibilidad de duda de que fue alguno de esos cuatro). Sin embargo estaba consciente de que no debía ir al conflicto. Al llegar a la mesa ellos fingían (y bastante bien) que no pasaba nada y que no sabían porqué estaba ahí. Me acerqué. ¿Y que les iba a decir? Por supuesto de que no podía preguntar quien fue. Todos se iban a hacer los tontos cuando en realidad son todos culpables (Uno culpable por acción y los otros tres culpables por encubrimiento y complicidad). Podría decir de que no lo hagan más. Lo que obviamente tendría como respuesta un "¿que no hagamos qué?" y que luego se rían a mis espaldas. Lo que además traería cosas mucho más graves. Me quedé ahí, y no dije nada. Cualquier cosa que diga iba a empeorar el asunto, pero el hecho de ignorarlos también empeoraría el problema (eso lo sé de sobre manera). Curiosamente no escuché risas al alejarme.
Estaba muy molesto. No podía ser que otra vez tenga problemas de ese tipo después de tantos años. ¿Que había sucedido?
En el trayecto a casa (20 minutos) estuve meditando todo el tiempo sobre el asunto. Tenía en claro de que no podía odiarlos. Eso solo me haría entrar dentro de su realidad. Mucho menos tener miedo (que por supuesto el problema es que lo sigan haciendo y que la cosa vaya a peor). Cualquier acción al respecto me haría entrar más dentro de su realidad y se agravaría el problema. Por ejemplo el conflicto haría que se fijen más en mi. Quizá hablar con el tutor. ¿O incluso hablar con ellos? Toda acción haría que tenga que enfocar mi atención y energía en el problema. La situación ideal sería que ellos se alejen de mi vida. Que estén totalmente fuera de mi realidad.

Hay una ley de la metafísica que dice que nada es coincidencia, todo pasa por alguna razón. Otra dice que atraemos lo semejante, otra más dice que el otro es el espejo de uno. En buena medida he estado identificando cosas negativas en mi vida y las he estado evitando. Por ejemplo, ántes me quejaba de lo que hacen los políticos y los ladrones. En la Argentina me quejaba de las restricciones al dólar, cuando en realidad no tengo dólares. Creía que lo hacía porque si bien no me afectaba directamente, si me podría afectar en el futuro. O que si no protestaba y me quejaba ante eso entonces cuando hagan algo que me afecte directamente nadie iba a protestar por mi. Eso hacía que constantemente eche pestes sobre los políticos y las noticias. Lo único que conseguía era amargarme y juntar energía negativa. He eliminado de mi vida esas noticias y el quejarme. Y sinceramente hoy en día no tengo ni idea de como va la política ni qué ocurre. Lo he sacado de mi realidad.

Pero de nuevo un problema del pasado me afecta. Sumado al temor de mis antiguas experiencias negativas al respecto. En vez de preocuparme y tener miedo decidí afrontar el problema y ver porqué esto ocurría. Y gracias a esto es que descubrí unas importantes y valiosas lecciones. Allí van.

Éstos jóvenes por separado no son problemáticos. De hecho alguna vez he ayudado con algo a alguno de ellos. Pero es cuando se juntan que empiezan las molestias, las risas y las charlas. No sabía quién de los cuatro lanzó las dos bolitas de papel, pero como dije antes los cuatro son culpables. Entonces los cuatro fueron responsables. ¿Pero lo eran realmente? Es aquí cuando caí en la cuenta de que en realidad no es que alguno de ellos tuviese un problema alguno conmigo. Sino el conjunto en si.
Todo es energía. Y, por observación descubrí que cuando dos o más personas se juntan (grupo) se forma un tipo de energía que es común a todos ellos. Es por esa energía que el grupo se mantiene unido, porque de otra manera no habría motivo alguno para que el grupo exista. Y tiene que haber algo en común entre todas esas personas para que esa energía actúe. Y esto solo se puede entender conociendo de que cada individuo tiene diferentes gustos, miedos, alegrías, pasatiempos, amores, pasiones, desgracias, miedos (no es una errata que esté dos veces, de lo contrario tendría que hacer más grande el círculo y no soy bueno dibujando), experiencias, etc. etc. La lista es gigantesca (asumiendo de que sea finita). Solo pondré algunas para ilustrar:






Ahora bien, en todo lo que hacemos se "activa" algunas áreas de nuestra mente. ¿Miramos a ambos lados antes de cruzar la calle? En algunos se les activará el área responsable de la supervivencia (precaución) a otros se les activará el miedo (de que lo atropelle un coche), otro quizá mire porque le gusta ver los coches de frente, etc.
Supongamos que dos personas, más o menos conocidas (quizá vecinos) se encuentren en la calle y se pongan a hablar del tema de la inseguridad. La persona A le cuenta a la persona B sobre que "el otro día ahí cerca robaron a alguien y la lastimaron". La persona A no ha sufrido nunca un robo, pero tiene algún conocido que si le ha sucedido y de verdad le gustaría salir a pegarle un tiro en la cabeza a todos los delincuentes. La persona B es más tranquila. Ha sufrido un robo violento y tiene miedo de que le vuelva a ocurrir alguna vez, idea que le aterra. Pero escucha atentamente lo que la persona A le dice y opina al respecto. Ambos entran dentro de una misma realidad. Ambos comparten el miedo (en este caso la persona B tiene más miedo que la A) y la desgracia:
Por supuesto que cada persona es única, y cada persona le dará una importancia distinta a los miedos, o los odios, por ejemplo. Esto es solo a modo ilustrativo.
En los casos de gente que tenemos mucha afinidad se activarán varias de esas facetas nuestras al estar con esa otra persona. Un caso sería el de "los mejores amigos"
Los colores rojo y amarillo representan diferentes tipos de importancia o de intensidad con respecto a las emociones. Por ejemplo, rojo que le da MUCHA importancia a eso, mientras que el amarillo es menos intenso. Ambos amigos pueden ser hinchas fanáticos de tal club de fútbol o de tal grupo de música o estilo musical (representado con un rojo). Pero mientras que al amigo A le gusta los videojuegos en general (amarillo) al amigo B le apasiona a tal punto que colecciona juegos de todo tipo de consolas. Los puntos negros representarían cosas que no le gustan del otro. En este caso son pocas y fácilmente se pueden ignorar (Al amigo A le gustan las chicas adolescentes a pesar de tener 30 años, mientras que al amigo B puede considerar de que eso está mal, pero, como le cae tan bien simplemente ignora el asunto sin mucho esfuerzo).
La afinidad también ocurre a nivel contrario. Ambos pueden tener un punto rojo en odiar a tal o cual grupo (A riesgo serio de caer en un topicazo podríamos decir que ambos amigos simpatizan con el Nazismo y odian a los judíos) o que a ambos les hayan "metido los cuernos".

Ahora. ¿Que tiene que ver esto con el grupo? Como dije antes, todo grupo se mantiene gracias a una energía, y esa energía actúa cuando hay algo en común con sus individuos. Energía la cual, me atrevería a decir, siempre es superior a la suma de las partes.
Un ejemplo es justamente de las bandas; casi nunca van solos. Siempre van en grupo o tienen al grupo cerca (o acudirán a él cuando sucede algo). En general siempre dicen que si uno se mete con uno de ellos se está metiendo con todo el grupo. ¿Pero porqué? Justamente porque todos sus miembros están aportando energía al grupo al compartir esas cosas que lo mantienen unido. A pesar de que a uno le apasione la repostería, y el jugo de naranja, el otro no sepa cocinar y solo beba vino, y el tercero deteste la fruta y piense que el vino es para las mujeres.

Ahí caí en la cuenta; en un grupo, los individuos dejan de ser individuos para pasar a ser el grupo. El grupo tiene una mentalidad por su cuenta y saca una parte especifica de cada uno (que puede ser tanto lo mejor como lo peor). Un grupo que proteste contra la inseguridad tendrá como común denominador el miedo, la barra brava de un club de fútbol tendrá como denominador común el hacer daño. Tanto físico (tirar piedras, botellazos y cosas a la hinchada contrincante) como verbal "¡Lo´ vamo´ a reventar!" o simplemente mediante la humillación. ("¡Lo tenemo´ de hijo!" "¡Siempre les ganamos, pecho fríos!"). A pesar de que muchos de sus individuos, al no estar influenciados con la energía del grupo, después sean padres amorosos o incluso hagan obras de beneficencia (por ejemplo voluntariado).

Por eso es tan cierta la frase de "El individuo es listo pero la masa es idiota"

El grupo es energía. Y eso fue lo que en realidad lanzó las dos bolas de papel hacía mi. Ellos, ahora, probablemente estén en sus casas, haciendo lo que les gusta, o sufriendo las desgracias en su vida. No tengo idea y no me importa realmente.

Pero la pregunta permanecía. ¿Por qué otra vez tengo este problema? Tengo en claro la ley de la atracción. Pero ¿Por qué atraje a estos sujetos?
Para responder esa pregunta tenía que preguntarme. ¿Que me molestaba de ellos? En metafísica cuando a uno le molesta algo en realidad es que se está viendo reflejado en la otra persona. Por ejemplo, durante un tiempo era de los que decía que había que meterle unos cuantos balazos a los que roban. Una vez me robaron. Pero me daba bronca que roben, los odiaba. No era consciente de que yo también robaba. (Me quedaba con cosas del trabajo). Yo era un ladrón. Y por eso me veía reflejado en ellos, cosa que no me gustaba. Era un contrasentido. Como aquel que le da bronca ver a un mendigo pidiendo monedas en la calle y dice "¡dejá de mendigar y andá a trabajar, vago!" y al llegar a la casa busca la manera de obtener un subsidio del estado que no necesita para su empresa.

Como mencioné, me molestaba que se rían y hablen en clase. ¿Pero porqué me molestaba que rían? No fue hasta esta noche que caí en la cuenta de que había que ver más allá del problema. La raíz del asunto era la siguiente: Que no estaban haciendo lo que se suponía que tenían que hacer (que era prestar atención). Y... Ops. Ahí encontré mi reflejo. Porque muchas veces yo mismo no hago lo que debo hacer, que entre varias cosas una es transmitir mi conocimiento. Es algo que siento y sé que debo hacerlo, pero en general, me distraigo y termino haciendo otra cosa. Y fue ahí cuando me di cuenta que he terminado atrayendo que me ocurra eso. En cierta forma mi energía de "dejadéz" terminó entrando dentro de la energía de ese grupo. Haciendo posible que sea "blanco" de esas dos bolitas de papel. Podría visualizarse la energía del grupo (Y en menor medida del individuo) como un círculo que va extendiendo "lenguas" de energía por todas partes constantemente en una frecuencia determinada. Y al final, una parte de mi energía (que también va extendiendo "lenguas") entró déntro de la frecuencia de ellos. Entrando sin querer dentro de su realidad.
Todo esto me hizo caer en la cuenta de que los problemas pueden aprovecharse en beneficio propio si tenemos la actitud adecuada y la mente abierta, si no caemos dentro del ego (el resultado de las experiencias pasadas + la consciencia social). Eso me hizo darme mucha cuenta de que estoy desperdiciando muchas posibilidades y tiempo en distracciones, y he decidido atacar el problema de raíz. Haciendo lo que siento que debo hacer. Y empezando justamente por transmitir esta enseñanza, junto a otras más que vendrán en el futuro. (Que, dicho sea de paso, no es nada nuevo, hay muchos entendidos en la materia ahí afuera y maestros que enseñan psicología espiritual y metafísica. Lo mío es tan solo otra manera de verlo basado en mi propio entendimiento)

Y todo esto gracias (y lo digo de verdad) a dos bolitas de papel...

El concepto con los grupos que aprendí es tan importante que hasta me ha abierto la posibilidad de hacer un avance en mi búsqueda de llegar a contactar con verdaderos dragones. Pero eso es otra historia.

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